No cabe duda que la animación influencia a todas las personas, y algunos artistas han caído en la certeza de inspirarse en ella para crear una nueva mezcla que da como resultado mensajes morales. Tal es el caso del pintor austriaco Gottfried Helnwein.
Las pinturas de Helnwein incorporan a personajes animados en un mundo real y desolado, creando un punto de vista más cínico y retorcido. Muestra situaciones relacionadas con la pérdida de la inocencia, y a la violencia en donde la sociedad abandona a la niñez. Situaciones como el Holocausto, el consumismo desmedido, el Nazismo, han sido vividos y juzgados por personajes animados en su universo.
Creciendo al acabar la segunda guerra mundial, para Helnwein el único refugio de su infancia en Austria fueron cómics del Pato Donald. En Patolandia, los seres eran más decentes que en la vida real, la violencia no tenía consecuencias, y los chicos buenos siempre ganaban al final del día. Cito,“En retrospectiva, diría que he aprendido más del Pato Donald sobre la vida, que de todas las escuelas a las que he asistido”.
Por estas razones, el pintor convirtió al pato Donald en un cúmulo simbólico en sus pinturas. A veces es una guía espiritual para la niñez de la guerra, sin embargo en otras pinturas parece ser cómplice de la violencia que los adultos infligen en los niños. ¿Tal contraste vendría del papel dual de los adultos durante su infancia, quienes a veces le protegían, y otras torturaban a los niños de distintas razas?
Asimismo, Mickey Mouse ha aparecido en sus pinturas, con expresiones desencajadas más acordes a un psicópata. El pintor también recicla las orejas del popular personaje, sobre las calaveras de niños muertos, creando esa yuxtaposición del ideal de la infancia contra el lado más cruel de la sociedad.
A pesar de que utiliza a estos personajes de la infancia en un ambiente oscuro y violento, su intención no es minimizar o criticar el trabajo de Disney, sino cómo la sociedad re-utiliza estos símbolos para su propio beneficio.
En cambio, su admiración se extendió hasta el mismo Walt Disney: “Walt Disney es sin duda el genio más grande del siglo 20 – un Leonardo da Vinci reencarnado, quien regresó más fuerte para crear el cuerpo de obras artísticas más grande de todos los tiempos. Su imperio estético ha cambiado la cara del mundo. Para él, el sueño antiguo del artista se convirtió en realidad: el dar vida a su creación, darle una voz, dejarla bailar delante de todo el mundo. Hundreds of artists worked for the great inspirer, amongst them Salvador Dali, Aldous Huxley and Sergei Prokofiew.”
En sus obras más contemporáneas, ha incorporado a Rei Ayanami, de la popular serie de culto Evangelion, pintándola como una víctima fetiche de la guerra, en situaciones completamente realistas, calles destruidas y víctimas humanas.
Gottfried Helnwein, sin duda, tomó a los personajes animados y los convirtió en algo mas, llevándonos a comparar la niñez idealizada contra la cruda realidad a la que muchos niños se enfrentan día con día.
Su obra tuvo gran repercusión para que Austria admitiera sus crímenes de guerra así como en pro de los derechos de los niños.
¿Alguna animación ha influenciado tanto a tu vida? Dinos en los comentarios!