José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Pancho Villa, fue conocido por su papel en la revolución mexicana. Siempre supo conseguir armas, aliados, y oportunidades tanto en el campo de batalla como en la vida diaria. Una de esas oportunidades sería interpretar su propio papel y convertirse en estrella de películas. ¿Cómo sucedió algo que hoy en día nos parece tan contradictorio con su ideología revolucionaria?
Para empezar, durante esa época Pancho Villa se desplazaba con gran carisma entre las fronteras de Estados Unidos y México, y el país vecino aún no sabía si le convendría apoyarlo por si, en un futuro triunfara, tenerlo como aliado. Y Villa, en lugar de enemistarse con los “gringos”, al ver cientos de carteles ofreciendo recompensa por su cabeza, se los ganó al crear él mismos sus propias recompensas, ofreciendo una mayor suma de dinero a los gringos que quisieran unirse a su División del Norte.
Además, muy pronto comenzó a entender el papel que tendrían los medios de comunicación, mostrándose cercano e idealista en periódicos mexicanos e incluso norteamericanos, y pagando para que publicaran tales artículos. Así, mientras ocultaba su verdadero número de ejecuciones tal y como hacían los otros Generales de la Revolución, permitía que imprimieran notas halagadoras sobre su persona, como una en donde admite que si las mujeres podían votar ya en Estados Unidos, lo permitiría en México. Estas acciones nos han dado retratos muy contradictorios acerca de nuestros revolucionarios, sin embargo intentaré concentrarme en la manera surreal en que su historia quedó registrada en el mundo cinematográfico.
No obstante y gracias a esto, al principio, el público mexicano e incluso el estadounidense no lo veían como una amenaza muy terrible – en esa época sus fuerzas sólo se movían de una frontera a otra sin hacer mayor daño al país fronterizo. Al contrario, muchos norteamericanos lo hallaban interesante y hasta idealista, como en la gran literatura romántica (en su sentido más alemán), por su lucha por cambiar al gobierno de México.
¿Y cómo se convirtió en actor? Hay quien reitera que la idea y oferta provinieron de una compañía de películas estadounidense, la “Mutual Film Corporation”que ya contaba con Charles Chaplin entre sus talentos a través de una subsidiaria. Otros, aseguran que el mismo Pancho Villa creó la oferta y urdió el plan para aparecer en la pantalla grande. Sin embargo, lo que es un hecho es que “Mutual Film Corporation” le pagó 25,000 dólares más el 20%-50% de las ganancias en taquilla, para tener los derechos exclusivos de grabarlo …
¡Y en vivo!
La primicia, verídica en tiempos llenos de noticias falsas, fue publicada en el New York Times, en 1914:
“Pancho Villa, General en comando del Ejército Constitucionalista del Norte de México, llevará a cabo su guerra contra el Presidente Huerta en el futuro, como socio en un negocio cinematográfico con Harry E. Aitken … El trato del General Villa será crear fotogramas emocionantes de la manera que sea acorde a sus propios planes para despojar del poder a Huerta y exiliarlo del país; y el trato del Sr. Aitken, el otro socio, será distribuir las películas resultantes a través de las zonas pacíficas de México y a Estados Unidos y Canadá”.
https://www.smithsonianmag.com/history/uncovering-the-truth-behind-the-myth-of-pancho-villa-movie-star-110349996/
Al principio, todo lo que grabaron de Pancho Villa sucedió en la vida real, cada batalla se peleó contra un adversario, cada bala disparada salió contra el enemigo, todas las emociones demostradas eran reales. Durante esa época, el “Centauro del Norte” reñía contra las fuerzas de Victoriano Huerta, por considerarlo usurpador del poder tras urdir el asesinado de Franciso I. Madero. Seguramente, el ingreso que ganaría con sus dos cintas, le permitió armar y mantener a su División del Norte. Aún así está claro que Villa disfrutó enormemente de ser protagonista de su propia historia, y no dudó en darle gusto a la compañía de cine en ciertas peticiones, como en cambiar su uniforme para utilizar uno proporcionado por los estadounidenses, que seguramente, pensaban luciría mejor en la pantalla grande.
Sin embargo, se dice que para lograr estas filmaciones, se tuvo que garantizar la seguridad del equipo de grabación, e incluso cambiar las horas de los enfrentamientos para que el equipo pudiera utilizar mejor la luz natural.
El título de la primer producción fue “Battle of Ojinaga”, que realmente funcionó mas como un documental y preparó al público norteamericano para dar la bienvenida a Pancho Villa. Aunque el director no estuvo de acuerdo en mostrar escenas más cotidianas para este documental, al final éstas sirvieron para seguir alimentando la imagen de “luchador pacífico” (con toda su ironía), para las audiencias de Norteamérica.
Pero para la segunda cinta, “The Life of General Villa”, se tuvo que re-grabar bastante en estudio para mantener coherencia cinematográfica. Aunque pareció una idea increíble mostrar las verdaderas batallas, el equipo de producción tuvo grandes problemas para formar una historia coherente con tan interesantes cintas. Tuvieron que agregar motivación personal al General Villa para embarcarse en su lucha armada, mezclando enormemente grabaciones documentales con ficción. Así, crearon una historia de venganza donde un joven Villa, interpretado por Raoul Walsh, decide buscar justicia por su propia mano, por la violencia perpetrada contra sus hermanas por parte de oficiales federales. Cuando Villa es un adulto en esta narrativa, se regresa a la grabación real, del personaje real. Al final la película termina en algo que no sucedió nunca: Pancho Villa es premiado con la presidencia de su pueblo.
Ambas cintas, el documental y la ficción, gozaron de un éxito mediano durante sus estrenos en Nueva York durante 1914, sin embargo ambas se perdieron con el tiempo. Es posible que los rollos originales de sus filmes fueran derretidos, para rescatar y reutilizar sus metales como material durante las Guerras Mundiales. Por esta razón, lo poco que se conserva de las cintas se resguarda en la Biblioteca del Congreso de Washington, DC, y sólo existen fragmentos de ambos filmes en la red.
Tal vez la pérdida de los originales, también fue consecuencia de que, para 1916, Villa perdía popularidad, tanto con los mexicanos como con el público estadounidense. Al país vecino, debido particularmente a su asedio a Columbus, Nuevo México. Durante éste logró su cometido y aunque en realidad fue de los enfrentamientos donde cometió el menor número de ejecuciones, fue la gota que derramó el vaso para el presidente Wodrow Wilson. El mandatario estaba cansado de que los propios medios de comunicación de su país admiraran al caudillo, y arremetió con gran fuerza, esta vez utilizando a esa misma información mediática, para cambiar la simpática imagen de Villa, por la de un mexicano sediento de sangre yanqui. Wilson también envió a 10,000 soldados por su cabeza, aunque nunca logró atraparlo. Villa, esta vez repudiado por las víctimas de sus acciones en ambos países, y sin la posibilidad de buscar cobijo en la frontera con Estados Unidos, comenzó a perder fuerza en la lucha revolucionaria. Finalmente falleció emboscado en Parral, Chihuahua, en 1923.
Después de tan increíble incursión en la pantalla grande, la historia de Villa como actor siguió alimentado a la imaginación. En 1932 se estrenó “Vámonos con Pancho Villa” de Fernando de Fuentes, un drama realista sobre la guerra, donde seis campesinos intentan unirse al Centauro del Norte, sólo para terminar ir muriendo uno a uno, decepcionados del General de la División del Norte.
En el 2003 la cadena HBO creó “And Starring Pancho Villa as Himself”, donde Antonio Banderas da vida al General del norte, quien se interpreta a sí mismo, en sus propias batallas, para terminar haciendo una cinta de ficción, situación deliciosamente surreal.
También en el 2003, Gregorio Rocha estrenó un documental llamado “Los rollos perdidos de Pancho Villa” donde recauda aún más material cinematográfico (que no siempre pinta a Villa en la mejor luz), para ahondar en esta historia que parece mentira y no obstante sucedió, y terminó siendo más emocionante que las propias películas originales del Centauro del Norte.
Incluso, Discovery creó una serie basada en su vida en el 2013, comprobando que su vida nos dará historias por mucho tiempo.
Fuentes: