En el 2019 se estrenó por la pantalla de HBO la serie “para” adolescentes Euphoria, creada por Sam Levinson y protagonizada por la estrella de Disney Channel Zendaya. En el reparto la acompaña la actriz Hunter Schafer. La serie está ligeramente basada en un programa de televisión israelí estrenado en el 2012.
Euphoria sigue la vida de Rue (Zendaya), una adolescente que regresa a casa de rehabilitación después de haber vivido una sobredosis. Al llegar conoce a la nueva chica del la escuela Jules (Hunter Schafer.) quien se ve envuelta en los enredos del pueblo. Sintetizando la serie se puede ver con claridad cómo se desarrolla la juventud con el sexo, el autoconocimiento, el abuso de las sustancias entre todos los jóvenes de aquel suburbio.
Si bien la trama parece que la hemos visto millones de veces, lo destacado de este trabajo es la sinceridad en la que todos los temas se tratan. Es capaz de quitarle sesgos morales que no son tan afines a esta época contemporánea, por lo menos en las grandes ciudades.
El primer gran contraste que aborda la serie es entender cómo en lugares más urbanizados y cosmopolitas, usualmente encontrado en las grandes urbes, la apertura hacia temas de diversidad sexual, la modernización del concepto familiar y la forma de abordar el uso de estupefacientes permite un poco más la exploración personal. En un lugar más pequeño y en cierto punto más conservador la serie propone que igual existe esa exploración pero de un modo más “discreto”. Algo importante de destacar es que, no intenta decir que alguna opción es mejor que otra, explica cómo cada una impacta en la vida de los protagonistas.
Jules, quien viene de la ciudad, de cierto modo un sitio más abierto y se encuentra viviendo ahora en los suburbios, un lugar donde puede iniciar de nuevo, descubre que los conflictos y los problemas no cambian y no conocen de fronteras entre ciudad y suburbio. Este personaje oculta que es una chica transexual y descubrimos en su historia, muy sinceramente y sin dejos de drama, su proceso para aceptar y entender que es una mujer nacida en el cuerpo de un hombre. En su desarrollo dentro de la serie descubrimos lamentablemente ser diferente pesa en muchas personas.
El retrato de los personajes pertenecientes a la LGBTIQ es más que admirable. No finge que los aceptan pero tampoco marca un rechazo no plausible. La serie empieza a presentar la diversidad sexual como algo que está presente en todos su personajes y que ellos mismos abordan como una complejidad más de su auto descubrimiento.
El tema más presente en la serie es la búsqueda de sentir euforia (más que felicidad), una sensación más allá de lo normal. Yo creería que solo se logra con las adicciones, pero vamos descubriendo, gracias al programa de tv, que los personas empiezan a explorar el límite de sus capacidades y de sentir más allá de lo normal de una forma compleja. Un personaje que busca sentirse atractiva llega al límite de exponer su cuerpo, otro personaje no sabe lidiar con el secreto de su padre y empieza a manejar una violencia que ya no puede controlar.
Rue el personaje principal es adicta: no entiende, que no le gusta sentir; no logra entender en ella lo que la hace sentir distinta, no normal. A lo largo de la serie vamos descubriendo que lo normal no existe pero el problema, que Rue enfrenta es que su cuerpo ya necesita de drogas para funcionar. Ella junto con su familia van descubriendo que el camino de entenderse, del consumo de sustancias, es algo que afecta todo su entorno y es, sin duda, un camino incierto y lleno de diferentes vertientes.
Siento que al fin encontré una serie que no glorifica y que tampoco juzga a las personas adictas. Muestra el camino del auto descubrimiento, que puede impactar a más de uno y que invita al espectador a pensar que esa búsqueda es muy complicada y que la meta a veces no es muy clara. La euforia es sin duda una búsqueda más allá de lo “normal” y ahora una de las series más provocadoras pero reales que existen, no se la pierdan.
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