Tiburón
¡¡CUIDADO HAY TIBURONES!!
Es hora de desmitificar nuevamente, ahora a uno de los clásicos del cine de los años 1970’s: De Steven Spielberg, Jaws (1975).
La película, protagonizada por Roy Scheider, Robert Shaw y Richard Dreyfuss, está basada en el libro homónimo de Peter Benchley y es todavía al día de hoy, uno de los clásicos más recordados del cine de Terror, no sólo por los efectos especiales (el uso de animatrónicos), sino también por el peculiar tema musical compuesto por John Williams, que escuchábamos cada vez que el escualo se encontraba cerca.
Tuvo tal éxito, que se produjeron 3 secuelas, aunque sin la participación de Spielberg a la cabeza.
La película sin embargo debe ser desmitificada, ya que hizo ver a los Tiburones Blancos (Carcharodon Carcharias) y a los tiburones en general, como temibles monstruos devoradores de hombres, motivo por el cual, entre otros problemas más, es hoy en día un animal críticamente amenazado por la caza, la contaminación del hábitat, así como por una severa disminución de su población del que es el segundo mayor depredador del océano, sólo detrás de la Orca (Orcinus Orca), quien es además depredador del tiburón.
Qué es un Tiburón Blanco
El Tiburón Blanco, también conocido como Gran Blanco, Gran Tiburón Blanco o Jaquetón, es el mayor de los tiburones depredadores. Se le llama Gran Tiburón Blanco debido a su gran tamaño, el cual puede alcanzar los 6 metros de largo (6.4 es considerado como el máximo aceptable), aunque se han dado supuestos avistamientos de ejemplares que superaban los 7 metros; y el apelativo “Blanco” se debe a que con los años, los ejemplares más viejos cambian de un color negruzco a uno cada vez más pálido, aunque por lo general sólo son blancos en el vientre y negruzcos o azulados en el lomo.
Son depredadores casi cosmopolitas, pues prefieren las aguas tropicales, preferentemente cercanas a las costas y evitan las aguas polares.
Algunos de los principales puntos de avistamiento son La Isla Guadalupe, en Baja California, México, Las aguas cercanas al Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, La Gran Barrera de Arrecife de Australia, las Islas Hawaii y la Polinesia, siendo en su mayoría puntos de avistamiento en ruta de migración.
Se alimentan principalmente de peces (incluidos otras especies de tiburón), aunque también suelen cazar tortugas, aves como fragatas, pingüinos y mamíferos como focas, leones marinos y delfines. También es común verlos comer carroña, como por ejemplo, cadáveres de ballenas.
El tiburón generalmente ataca arremetiendo a la víctima a gran velocidad desde el fondo, abriendo las fauces y atrapando a la víctima; si ésta es lo suficientemente pequeña, podría incluso tragarla completa, pero si no, arrancará un pedazo de ella y después volverá por el resto, ya que sus dientes en forma de punta de flecha, no están diseñados para masticar, sino para atrapar, desgarrar y cortar. Es cierto también el hecho, de que los dientes van siendo mudados constantemente a lo largo de su vida. También es importante mencionar el hecho de que su sistema sensorial es tan agudo que pueden sentir perfectamente impulsos eléctricos de animales a miles de metros y tienen un excelente sentido del “olfato”, ya que sus fosas nasales pueden distinguir unas cuantas moléculas de sangre entre millones de litros de agua de mar.
Por último, son animales altamente inteligentes, aprenden de su entorno y hasta se les puede entrenar. Todo esto debido al complejo cerebro que poseen, de hecho, el más complejos entre los peces.
¿Máquina asesina perfecta?
Por lo anterior es que ha surgido el mito, de que es una máquina perfecta de matar, pero ¿realmente es el temible asesino y devorador de hombres que se nos muestra en la icónica Película de Spielberg?
Veamos un gráfico:
Como se puede ver en el gráfico, hay otros animales que podríamos considerar incluso más letales que a los tiburones y de hecho, el mismo ser humano y los mosquitos ocasionan más muertes, uno por la guerra y crímenes, mientras que el segundo, debido a que sus picaduras pueden portar enfermedades terribles como la Malaria, el Dengue, el Zika, el Chikungunya y la Fiebre Amarilla.
Al hablar de tiburones, se engloban a los tiburones en general, ya que en efecto sí han habido muertes ocasionadas por ataques, pero no todos han sido perpetuados por el Gran Blanco. Según datos oficiales, el Tiburón Blanco sólo tiene 212 ataques confirmados a lo largo de toda la historia, de los que sólo 61 fueron mortales. Tan sólo en la isla Guadalupe, en México, sólo se ha registrado uno de esos 212 ataques y fue debido a la imprudencia de un pescador de abulón.
La razón para que un tiburón ataque puede deberse a tres factores principales: Defensa (sentirse amenazado), Territorialidad y Confusión con sus presas habituales, como por ejemplo focas o leones marinos.
Claro que han habido ataques considerablemente excepcionales; un ejemplo fue el hundimiento del buque USS Indianápolis de la Marina de los Estados Unidos, en aguas del Océano Pacífico, posterior a la entrega de la Bomba de Hiroshima. Después de que un submarino japones disparara dos torpedos en su contra, el impacto provocó el inminente hundimiento de la nave y que más de 800 personas cayeran al agua, de los que tan sólo 300 sobrevivieran, debido a que el resto fue poco a poco devorado por tiburones, principalmente de la especie Oceánica de Puntas Blancas (Carcharhinus Longimanus) aunque se ha sugerido que también pudo ser la especie Tigre, sin embargo estudios recientes desestiman esta teoría. Esta historia de hecho es narrada en la película por Quint (Robert Shaw) quien supuestamente es uno de los supervivientes de dicho naufragio.
A pesar de que han llegado a comer personas como en dicho naufragio, los tiburones no son especialmente atraídos por la sangre humana, de hecho, la gran mayoría de ellos se siente más atraídos por otros animales que comen habitualmente y NO COMEN DE TODO, siendo este uno de los mitos más comunes de los escualos, pues sólo comen sus presas habituales y el Blanco, sólo come lo especificado en la sección anterior.
Aunque el Tiburón Blanco es responsable de una importante cantidad de muertes, son pocos comparados con los perpetuados por otras especies como el Mako (Isurus Oxyrinchus), Tiburón Azul (Prionace Glauca), Tiburón Toro (Carcharhinus Leucas), Tiburón Tigre (Galeocerdo Cuvier) y el Oceánico de Puntas Blancas (Carcharhinus Longimanus); sin embargo, debemos recalcar que ESTADÍSTICAMENTE LAS MUERTES OCASIONADAS POR TIBURONES SON DE LAS MÁS BAJAS COMPARADAS CON LAS OCASIONADAS POR OTROS ANIMALES, ENFERMEDADES E INCLUSO POR OTROS TIPOS DE ACCIDENTES NO PERPETUADOS POR ANIMALES.
Las amenazas al Gran Blanco
Debido a la magnificación con la que se habla de los ataques, el Tiburón blanco ha sido altamente cazado, especialmente por la pesca deportiva.
Un gran problema para el Tiburón Blanco es que alcanza la madurez reproductiva después de muchos años, por lo que también es baja la tasa de reproducción.
La contaminación es otro gran problema y reduce también las posibilidades de que se reproduzca al provocar que hayan poblaciones no sanas.
Todo lo anterior está ocasionando que cada vez haya menos tiburones, lo cual es un serio peligro para los ecosistemas. Un claro ejemplo es el aumento en algunos lugares, como al norte del Pacífico, donde debido a que han ido a la baja las poblaciones de tiburones, han proliferado los calamares, pues al no haber tantos tiburones, los calamares se empiezan a extender y amenazan con terminar con otros animales como peces y crustáceos, afectando así a las poblaciones pesqueras.
El tiburón, como todo depredador, tiene una importante labor en el ecosistema y prescindir de él puede afectar gravemente. Recordemos que más del 60% de la humanidad vive en zonas costeras y aunque un 40% no lo hace, dependemos de una gran cantidad de productos que se procesan de las pescas, así que si permitimos que desaparezcan los tiburones, nos estamos poniendo nosotros mismos la soga al cuello.
HAY INFINITAMENTE MÁS MUERTES DE TIBURONES OCASIONADAS POR SERES HUMANOS QUE HUMANOS MUERTOS POR TIBURONES
Protejamos a los tiburones, respetémoslos, NO PERMITAMOS QUE SE EXTINGAN. Tan sólo el autor de la Novela Jaws (Peter Benchley), al darse cuenta que su libro y la consecuente película, ocasionaba el aumento a las amenazas contra estos grandes animales, decidió dedicar sus últimos años de vida a enmendar el daño, protegiéndolos.
Toda criatura, por pequeña o grande que sea, tiene un rol en el complejo mecanismo de la naturaleza y recordemos que como todo sistema mecánico, con un engrane que falte, el sistema simplemente deja de funcionar.
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