Hacia principios del siglo pasado, el que hubiera sonido en las películas era algo inédito; nadie pensó que alguna vez un pianista (o una pequeña orquesta) sería remplazado por un equipo electrónico, pero mucho menos, alguien pensaría en un sistema de sonido capaz de emular el sonido ambiental, es decir, que el sonido mismo fuera un actor más de una película y Walt Disney nuevamente quiso no solo cambiar la manera en que se veía el cine, también la forma de escucharlo.
El sonido en los comienzos del cine y la animación
Como bien sabrán muchos, el cine en un principio fue mudo: los diálogos de los personajes en pantalla se leían en cuadros independientes, insertados posteriores a las actuaciones (quien no recuerda por ejemplo las películas de Chaplin…) y las películas mismas eran acompañadas por un músico que tocaba en vivo piezas musicales para resaltar la acción que se veía, por ejemplo, música alegre para los momentos divertidos o melancólica para los momentos tristes y así dependiendo de lo acontecido en la escena.
Tiempo después, por allá de los años 20’s, los ingenieros encontraron la manera de agregar sonido a las películas: esto se logró creando una imagen de la pista de sonido, se adjuntaba a los cuadros o frames en el mismo rollo de película, y con circuito eléctrico óptico especial instalado en los proyectores, se pudo cambiar la presencia de un músico por los sonidos propios de la escena de manera sincronizada y así nació por fin, el cine sonoro. “The Jazz Singer” en 1927, fue la primera película comercial con sonido sincronizado de la historia. Sin embargo, estas primeras proyecciones con sonido eran Monofónicas, esto quiere decir, que el sonido únicamente era producido por una sola pista, o, dicho de otra forma, lo que se conoce como un único canal de sonido.
Incluso las películas de Blancanieves y Pinocho, a pesar de contar con tecnologías tan innovadoras para la época como la cámara multiplano, en cuestión de sonido, Walt Disney notó que no se daba la sensación de inmersión, como sí lo hacía la imagen y fue precisamente durante el proyecto de Fantasia donde la experimentación con el sonido daría un gran salto.
Fantasia, una película incomprendida en su tiempo
La idea de una película compuesta por segmentos animados de piezas de música clásica parecía ser una gran idea, al menos en la mente de Disney y su equipo, quien junto con Leopold Stokowski crearon la película conocida en un primer momento como “Concierto Animado” y justamente esa era la idea: historias que surgían en la mente de los espectadores que asistían a un concierto de música clásica, lo cual hoy, en términos artísticos, se trata de una pieza de gran valor por su innovación y concepto; sin embargo, no fue la misma reacción en su tiempo, sobre todo por parte de la audiencia, además de lo costosa que significó la proyección de esta película en los cines de la época; esto debido al trabajo adicional que significaba la instalación de equipos especiales de sonido (y de proyección), esto pues, debido al costo mismo que implicaba la distribución, fue por lo que la propia compañía de Disney, tuvo que encargarse de la misma, ya que ninguna compañía (ni siquiera la RKO, que por lo general se encargaba de la distribución y exhibición de películas en aquella época) quería absorber dichos costos. Además, la película sólo pudo exhibirse en un primer momento en Estados Unidos, debido a que, en 1940, el mundo esta sumido en la II Guerra Mundial, lo cual también significó bajas asistencias y por lo tanto, pérdidas económicas muy fuertes para la empresa de los Hermanos Disney.
El sonido multicanal: un adelanto a su tiempo
Hoy estamos acostumbrados a los sistemas de sonido ambiental, es decir, más de un canal (o pistas) de sonido, a través de múltiples altavoces, cada uno en sincronía, dando la sensación de que nos encontramos “rodeados” o bien inmersos, en la película.
Los laboratorios de Dolby introdujeron formalmente el sonido Estéreo en los años 70, pero no fueron los primeros en experimentar con él. Ya en 1881, el ingeniero Francés Clément Ader, fue quien desarrolló la primera emisión estereofónica, haciendo uso de un aparato que llamó el “Teatrófono” (théâtrophone en francés); en aquél entonces, una entrada a la ópera en París no era precisamente lo más barato para el pueblo francés en general y sólo las altas élites podían acudir a ella, por lo que con un aparato similar a un teléfono (o más bien a un auricular de dos bocinas) y por una cuota relativamente más baja, se podía escuchar, de manera virtual, el sonido de la ópera pero a través de dos canales de audio (siendo éstos dos canales monofónicos sincronizados), siendo así, las primeras transmisiones estereofónicas. Esto claro, desaparecería tiempo después con la aparición de la radio comercial, desarrollada con patentes e inventos desarrollados por Nicola Tesla, gracias a Marconi.
Para 1933, Leopold Stokowski ya estaba trabajando en experimentos de grabaciones de audio en estereofónico y gracias a su asociación con Walt Disney fue como se llevó a cabo el proyecto de Fantasia y su sonido, Fantasound.
Fantasound: El primer sistema comercial de sonido estereofónico
Para la proyección de Fantasía, sería necesario el uso de equipos especiales, desarrollados por la propia Disney con los cuales fuera posible reproducir el sonido, el cual fue grabado gracias a los esfuerzos de los Ingenieros William E. Garity (quien además creó la primera cámara multiplano de Disney junto a Ub Iwerks), el Técnico de la RCADavid Sarnoff y del y mezclador de sonido John Hawkins.
El revolucionario sistema consistía en 4 canales de sonido (de un total de 9 pistas grabadas originalmente que se recombinaron para dar lugar a los 4 restantes), los cuales eran reproducidos por un total de 54 bocinas controlados por una consola. Estos canales eran básicamente los sonidos que se escucharían a la izquierda, al centro y a la derecha y una cuarta pista que servía de control de ganancia de los amplificadores . Los sonidos serían, así pues, distribuidos a lo largo de las 54 bocinas de manera sincronizada y con fundido, dando la ilusión de que el sonido viajaba por toda la sala.
Precisamente debido a lo anterior, el sistema de proyección también fue de lo más inusual para la época, ya que, si en un primer momento se requería de una imagen de la pista de sonido en la cinta, aquí se necesitarían cuatro imágenes de las pistas de sonido y por lo tanto, un sistema óptico que fuera interpretándolas en el mismo proyector. De hecho, Garity creo dos versiones de la cinta: una con sonido monofónico como respaldo y la otra con la versión en estéreo.
Fantasia se estrenaría el 13 de noviembre de 1940, durante una de 13 giras que tuvieron lugar en los Estados Unidos, con dos proyecciones diarias. Fue así como Fantasia, se convirtió en la primera película de la historia con sonido multicanal (¡¡incluso podría considerarse la primera película con sonido Surround!!).
A pesar de todo, debido al alto gasto de la distribución y por el costo que significó en gran parte el revolucionario sistema de sonido, no toda la genete que asistió a su estreno pudo comprender lo que veía (y oía). La película además se consideró excesivamente larga, lo que ocasionaría que fuese recortada en presentaciones posteriores y además, exhibida en sonido monofónico, ya que muy pocas salas fueron acondicionadas con el equipo requerido para su proyección, especialmente en Europa y en general, fuera de Estados Unidos.
Así fue como tuvieron que pasar tantos años hasta que el sonido estéreo fuese reintroducido a las salas de cine, hasta pasada incluso la muerte del propio Walt Disney en 1966.
Sin embargo, hoy la película se considera como una de las 100 películas preservadas en el Archivo Cinematográfico de Estados Unidos (United States National Film Registry), de hecho el American Film Institute hoy considera a Fantasia la número 5 de las mejores 10 películas animadas.
Fantasia es, por tanto una verdadera joya, no sólo de la imagen, el color y el arte en movimiento, también fue pionera en el uso de tecnologías de sonido que se adelantaron por mucho, en una época en la que el cine sonoro apenas se encontraba en los primeros años de su infancia, por así decirlo.