Las preguntas legales y morales sobre este fenómeno.
Michael Jackson se presentó en los Premios Billboard en el 2014, y ahora tiene la oportunidad de interpretar su propia música hasta el final de los tiempos. Los Beatles se podrían reunir en su totalidad, y tocar en la actualidad. María Callas aparece desde el 2018 ante los ojos de sus fanáticos. Todo esto es posible gracias a los hologramas hiperrealistas de leyendas de la música que han fallecido.
Dennis Gabor, físico húngaro y ganador del Premio Nobel, patentó la holografía, gracias a la cual se han permitido grandes avances en la comunicación, cultura, ciencia y educación. Otra de las áreas que ha influenciado es la música. A través de compañías como BASE Hologram Productions, Digital Domain o Eyeilussion, las grandes leyendas de la música regresan ante nosotros, en un despliegue increíble de realidad virtual, siempre y cuando no intentemos tocarlos.
Esto se logra a través de la combinación de videos e imágenes fotográficas de los artistas, que se remasterizan y proyectan a través del láser una ilusión de tres dimensiones (aunque en realidad sólo es en 2 dimensiones), que sería capaz de engañar a la audiencia, de no ser porque todos sabemos de los notables fallecimientos de esas estrellas. Para llevar a esta ilusión a su extremo, se hace lo posible por utilizar grabaciones inéditas de los cantantes, se anima el rostro de los artistas con tecnología 3D, e incluso se utiliza la captura de movimiento de actores o actrices que imitan los movimientos de aquellos músicos de culto.
Aunque todo el espectáculo es pregrabado, y luego proyectado durante cada evento, intercalando saludos u otras interacciones también pregrabadas con la audiencia. El espectáculo se termina con luces cuidadosamente colocadas para proyectar las sombras correspondientes.
Algunas de las estrellas que han vuelto a la vida, son Hide de X-Japan, Michael Jackson, Amy Whinehouse, Billie Holliday, Jackie Wilson y Elvis Presley. Además, se logra tal nivel de realismo que han logrado crear duetos con cantantes contemporáneos, como el de “I have nothing” con Christina Aguilera y Whitney Houston. Abba planea una reunión virtual, y se dice que los Beatles también la han considerado.
Para muchos es una grandiosa técnica que podemos utilizar hoy en día para conocer músicos que deleitaron a generaciones anteriores. Uno de ellos es Stephen Wadsworth, director de Masterclass en la afamada escuela de música Julliard de Estados Unidos, y quien dirige el tour “Callas in Concert. The Hologram Tour” donde será acompañada de distintas filarmónicas tocando en vivo.
La familia de Frank Zappa ha aceptado que el guitarrista se presente nuevamente en la gira llamada “The Bizarre World of Frank Zappa”, en Holanda, Reino Unido, Bélgica y Estados Unidos. Su hijo Ahmet Zappa piensa que es un tributo a su padre, a 25 años de su muerte.
Otros, lo ven en una línea pesimista, como un acercamiento a un futuro de estilo “Black Mirror”. ¿Es realmente ético regresar a los artistas de la tumba? ¿Quién lo decide? ¿Qué pasa con sus ganancias? ¿Los espectadores acuden por afición plena o por morbo?
En el caso del tour de Callas, la discográfica Warner decidió que se presentaría, ya que poseen los derechos de la mayoría de sus grabaciones. La familia de Frank Zappa estuvo de acuerdo con el espectáculo, otorgando permiso para que se llevara a cabo y seguramente recibiendo regalías.
Otros no son tan optimistas a pesar de las ganancias monetarias que se prometen. El otro lado de la moneda, es la manera esclavizante en que estos artistas seguirán haciendo espectáculos hasta el final de los tiempos. En muchas ocasiones las familias no recibirán ni un centavo de los shows. Y si el caso es que los técnicos, animadores, e incluso científicos están haciendo posible los espectáculos, ¿se debería considerar que ellos son parte del artista?
Para algunos, se comete una atrocidad en relación a la memoria del artista, que no se deja descansar en paz, y que tal vez sea explotado por dinero más que por su memoria. Tal es la opinión del Tom Stephen, baterista en “The Jeff Healy Band”; al ser contactado por una compañía de hologramas en Australia para tocar en “vivo” con los miembros vivos de su banda, decidió que era mejor dejar las cosas ir con tal de respetar la memoria de su antiguo cantante. Se preguntaba si realmente daría un espectáculo digno de sus fans, si la interacción entre la banda y el holograma podría ser realista y cautivar la verdadera energía de sus shows. Al contrario de otras familias y antiguos músicos de bandas desmanteladas, Stephen sólo podía pensar en la parte artificial y sin alma de un show de este estilo.
Serena Ryder, cantante tímida, ha considerado la posibilidad de ser reemplazada en vida por su propio holograma, y sin embargo, finalmente ha preferido no hacerlo. Para ella, no hay nada que pueda reemplazar el sentimiento de interacción entre músicos vivos y los espectadores, y el sentimiento de emociones humanas reales.
Realmente cabe preguntarse qué tanto se puede “revivir” a un o una cantante, cuando gran parte del show viene de actores que imitan sus movimientos, animación en 3D y luces bien ubicadas. En este sentido, es verdad que grandes masas de espectadores tienen experiencias verdaderas a través de ilusiones artificiales.
Tal vez los shows holográficos sean considerados en el futuro, como aquellos que realmente cruzaron la frontera psicológica entre la realidad virtual y el mundo de carne y hueso, pero hoy en día no serán parados aunque no terminemos de comprender sus implicaciones.